La plenaria de la CAOI (Comisión del Atún del Océano Indico) celebrada de manera remota del 7 al 11 de junio ha terminado sin haber logrado avanzar en una regulación eficiente de la pesca de atún rabil (Yellowfin-Thunnus Albacares), especie que está catalogada como sobreexplotada por el comité científico.

Una de las flotas que más ha sacrificado ha sido nuevamente la UE, con una reducción de capturas adicional del 6% a lo ya reducido anteriormente mientras que otros países no han reducido apenas sus posibilidades de pesca o incluso los han aumentado.

Cabe recordar que la resolución anteriormente vigente dejaba sin regulación a casi la mitad de las pesquerías. Las redes de enmalle, una de las artes menos selectivas que existen, prohibida por la FAO y muy utilizada por flotas de algunos estados costeros, continúa sin ser regulada. Tampoco se han prohibido los transbordos en alta mar y lamentamos que no se hayan adoptado reglas de control y gestión del listado.

La objeción de algunos países ha impedido nuevamente avanzar en la gestión más responsable de los dispositivos de concentración de peces (DCPs) y de los buques auxiliares.

Con todo ello, el Océano Indico continúa en una situación de inestabilidad y la biomasa de algunas especies en especial el rabil y el listado en menor parte, continúan sin tener garantías de poder ser explotadas de manera sostenible y responsable en el futuro. PEVASA continua con su apuesta de realizar una pesca responsable en la región urgiendo a todas las partes a que lleguen a consensos y aplicando medidas efectivas para la explotación del recurso, que pueda ser realizada de forma compartida, equilibrada y sostenible en el tiempo.

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